ARATZ y AIZKORRI |
Como herramienta es una buena ayuda para quienes disfrutamos con los ángulos inéditos.
Prefiero volar de verdad y pedirle a mi piloto rumbo, altura y orientación pero el precio es desorbitado y a él y su máquina no me los puedo llevar conmigo allí donde voy. Este cuadrúpedo me acompañará ahora a menudo. Las perspectivas del patrimonio, los paisajes, las vistas ayer imposibles cobrarán nueva vida imaginada.
Para muestra unos cuantos botones de las primeras pruebas. ¡A volar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario