14 de junio de 2018

Irse o venirse a Aralar. En francés: à la manière de chez nous.





Todo es cuestión de ubicación personal. Quienes estamos de este lado nos vamos a Aralar, aquellos que comienzan su viaje en el norte de la tierra de los vascos se vienen a Aralar. Y para ellos, para los del norte, que sabemos conocen poco, todavía, las regiones vascas del sur, nos hemos paseado a pie y visualmente por los mejores escenarios de esta sierra compartida por Gipuzkoa y Navarra. Mi trabajo fue fotográfico recorriendo todas las vertientes, repasando todas las estaciones del calendario, buscando en el histórico del archivo fotográfico pero recurriendo, como es pauta habitual, a la puesta al día, fresca y reciente, de lo que cada escenario enseña al viajero. A pie, en coche, esperando la luz y echando la cámara a volar para descubrir nuevos puntos de vista. El resultado está en el 18 de Ibilka. El 19 también tendrá montañas entre sus páginas; en ello estamos.





2 de junio de 2018

Entre santos y vírgenes, más cerca del cielo




Esperando los cambios de luz, buscando nieblas, acaso una chispa brillante o un acontecimiento  ante el pórtico pero poco más allá afuera que paseantes de perros al anochecer.
Torre arriba, iglesia abajo, montaje de estudio en el pórtico y horas de exploración, movimientos de trípode y carga de estatuas de santos y vírgenes. Algunas de estas tallas han viajado desde Segovia y se han quedado inmóviles ante mi cámara; otras, inaccesibles, han requerido elevar un dron a su altura para tener un punto de vista adecuado. El propósito es un libro que en breve comenzamos a maquetar.
Porque el patrimonio también es una especialidad de fotógrafo y resolverlo es mucho más que hacer clik.