8 de octubre de 2018

No soy un fotógrafo de naturaleza



No, no soy un fotógrafo de naturaleza aunque cuando un colega me ve fotografiando en un museo se extrañe y me pregunte por qué no estoy en el monte.
No soy un fotógrafo de naturaleza pero me apasiona la vida natural, las flores y los bosques, la ferocidad del mar y el susurro del viento casi tanto como el silencio de la niebla o la emoción de la noche.
No soy un fotógrafo de naturaleza pero en las últimas semanas he pasado un buen número de horas agazapado en un hide, camuflado entre matos de iñarra y helechos, escuchando y oteando el derredor en busca de algo que se moviera, alguna portentosa figura con cuernos, celosa de amor, necesitada de aparearse por el instinto. El biólogo Enrique Arberas me ayudó en esta tarea, conocedor de huellas y rastros, sabedor más que yo de los hábitos de ciervos y otros cuadrúpedos.
Y vinieron, lanzaron al cielo sus berridos, se encelaron, pelearon enredando su portentosas cornamentas, se aparearon.
Ver de cerca este espectáculo natural, la fuerza de la vida, la espontaneidad animal que mueven los instintos, ha sido un privilegio. Los resultados estarán a la vista en los trabajos que documentan el pastoreo en Gorbeia y ahí hay mucha más labor que la que haría un fotógrafo de naturaleza.







7 de octubre de 2018

San Miguel de Basauri ya tiene libro o un dron volando sobre el patrimonio




La parroquia de San Miguel de Basauri es el alma de esta localidad de Bizkaia. Allí nació, entre caseríos y huertas, el corazón social de este municipio que es casi una extensión de Bilbao en la confluencia de los valles más poblados de Bizkaia: Ibaizabal y Nervión.
San Miguel, el barrio y la parroquia, tienen historia y memoria y en las piedras de esa iglesia se condensan algunas de las vivencias que durante varios siglos han dejado su impronta visible. La tarea del fotógrafo ha sido rescatar para la imagen ese sello de memoria, buscar el punto de vista más significativo, quizás el más singular, y poner sobre el papel aquello que los feligreses y quienes pasan ante el templo nunca verían con su mirada.
Bastantes horas dentro y fuera del templo, escudriñando sus rincones y sus puntos de vista, trabajando luces para sacar brillo y matices a las imágenes que son patrimonio local. Incluso volando un dron para alcanzar aquellos puntos de vista imposibles.
Sí, la imagen de la portada del libro: el San Miguel de Basauri, ha sido tomada con un dron. Imposible descender la delicada talla sin ponerla en peligro, imposible asumir el montaje de un andamio. Solución: iluminación auxiliar desde tierra y volar para encontrar el mejor ángulo visual, cara a cara con el santo. Un triple disparo para lograr rango dinámico amplio y a imprenta.
Textos del historiador Jesús Muñiz Petralanda, diseño de David Ozkoidi, edición de Yaniz editor, promoción del libro realizada por la Parroquia de San Miguel de Basauri, impresión La Trama digital by Durero.
El libro lo distribuye la propia parroquia.