De fotos,
de fotografiar, uno sabe ya un poco porque a eso ha dedicado toda su vida. Pero
de aquello a convertirse en tendero va una distancia larga, mentalmente sobre
todo, aunque no tanta en el espacio que separa una tarea de la otra.
He
experimentado este nuevo oficio justo después de ejercer otro también nuevo
para mí: editor. Nos dicen “autoeditor” cuando lo que has llevado al papel es
tu propio trabajo. Lo de tendero me lo digo a mí mismo porque acabo de vivir la
experiencia de poner un par de libros ante el público en un mostrador de feria,
de feria del libro, de Durangoko Azoka,
a donde llega cada invierno lo más nuevo y también lo que sobrevive del mercado de la edición de
libros, discos y otros productos culturales relacionados con lo vasco.
Experiencia
enriquecedora porque enseña cómo mira la gente tu trabajo; cómo lo mira la que
ya es tu competencia; como te reciben, saludan y evalúan tu quehacer. Lo sientes
de cerca pero puedes hacerlo desde la distancia si te colocas entre el público
discretamente. No, Durangoko Azoka no es un indicativo de mercado. Ya me lo han
advertido alrededor: acaso un buen escaparate, en todo caso un lugar
interesante para todo lo relacionado con lo vasco porque es punto de encuentro,
confluencia de intereses y miradas, y también un escenario perfecto para el “postureo
cultural”.
Hemos
estado, sentido y percibido; aprendido muchísimo de ese puestito de tendero. El
futuro y los proyectos que esperan en la recámara serán el mejor indicativo de
esas lecciones aprendidas. Por eso hay que estar atento a los pasos de este
fotógrafo inquieto, también escribidor y ahora editor. Porque la crisis también
va dejando mensajes y no ha podido derrumbar ninguna ilusión en esta casa.
Para
comenzar échenle una mirada a la nueva web www.santiagoyaniz.com
Aún
tiene que desarrollarse pero es el complemento firme de los pasos seguidos en
este blog.
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