Ya es papel, ya son papel impreso las más de
cincuenta ventanas que se abren en la naturaleza de los paisajes vascos. Son
agujeros grandes, algunos muy grandes, algunos enormes. A veces se puede
transitar por ellos, otras sirven para asomarse, también nos dejan con las
ganas de algún día recorrer sus misterios.
Son papel en el libro Excursiones a Ventanas
naturales de Euskal Hernia que se ha acaba de publicar. Muchos escenarios de
nuestras costas y montañas se nos presentan taladrados por el paso del tiempo;
en ellos nos detenemos para mirar de modo curioso. Algunos conocidos y
sobradamente difundidos, como la ventana de Atxulo, los ojos de
Gaztelugatxe o el agujero de Aitzulo
pero otros muy pocas veces visitados y también inéditos.
Marchar en busca de los vacíos de la naturaleza es
siempre una bella experiencia, recorrer sus paisajes un descubrimiento y
todavía nos regalan una posibilidad extraordinaria: la de experimentar la
imaginación y aventurarse en la interpretación del vacío como presencia y ausencia simultáneas.
Ya en casa de los suscriptores de la colección
Euskal Hernia. Enseguida en las librerías. Para irse al campo.
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