 |
| Transcantábrico en 7K |
Gentes de bien, con bolsillos generosamente nutridos o
regalados por sus hijos para un aniversario memorable, viajeros empedernidos en
busca de experiencias y amantes de todo lo que suena a tren. Esos son la
mayoría de los perfiles del viajero del Transcantábrico pero yo no estoy en
ninguno de ellos aunque el más próximo sería ese que habla de los trenes. Sí,
los trenes me fascinan y creo que es desde que viajaba cada fin de semana a mis
montañas del alma y desde que vi humear algunos vapores indios y tracé un largo
recorrido en uno de ellos apretado entre viajeros de tez morena. Por eso ya
hice un recorrido en el de La
Robla antes de que dejara de viajar de Bilbao a León hace un
buen puñado de años. Y por eso volví a viajar en el de La Robla reconvertido a
Transcantábrico de lujo. Pero no lo hice en viaje de placer aunque también
resultara serlo, fue
un viaje de trabajo que repetiré siempre que el oficio lo
requiera y la oportunidad llame a mi puerta.
El resultado estuvo en la revista Euskal Herria y ahora en
el suplemento7K del diario Gara.
No hay comentarios:
Publicar un comentario