9 de junio de 2010

ESPIRAL


Como la vida misma, dando vueltas alrededor de nosotros mismos. Así parece que funciona el mundo y eso me lo enseñó también la anciana que dormitaba, acaso soñando con su próximo viaje de placer, mientras volaba lejos de su casa. Me lo enseñó en su anillo espiral, de perfecto diseño y pulcro brillo adornando una mano añosa, probablemente llena de experiencias. Acaso la función de aquella espiral fuera captar las energías del entorno para interiorizarlas en una constante intención de rejuvenecer. ¿Quién sabe?

No hay comentarios:

Publicar un comentario