18 de enero de 2010

VIEJOS ROCKEROS

En primera fila. Allí pude estar ayer vibrando emociones bajo las guitarras de Oliver Durand y Elliott Murphy. Dos veteranos del escenario que volvieron a poner en pie a sus fieles demostrando que los viejos rockeros nunca mueren.
El abuelo Murphy sigue en la brecha, encandila con esa su voz áspera que modula cuando es menester un cántico amable y dulce para casi apagarse antes de vibrar con la intensidad de un rock verdadero. De los viejos modelos de cantante de carretera, de los escenarios próximos y cálidos, de esa sensación de tocar al público vive y alimenta su energía Murphy aliado en ese disfrute desde hace quince años con el francés Durand.
Si hubiesen cantado diez bises el público se habría quedado a pernoctar en el Euskalduna. Fue casi estremecedor el silencio que el aforo dedicó al penúltimo tema; los dos artistas se apartaron de electricidad y micrófonos, avanzaron hasta el borde del escenario y allí tocaron y cantaron "a pelo". Silencio en butacas música de verdad tocando lo sensible arriba: impresionante y hermoso.
Lo siento por los emepetres, emepecuatro y todas las parafernalias para llevarse la música puesta. Como un directo verdadero y cercano no hay nada.
Si pueden ustedes regálense uno de vez en cuando. Es lo mejor que uno le puede entregar al cuerpo.

Murphy ¡vuelve cuando quieras!

4 comentarios:

  1. sigo al dia tu blog. buena distraccion entre ratos de estudio. 1 abrazo!

    ResponderEliminar
  2. Gracias por mirar a esta ventana de vez en cuando.
    Intentaré cuando menos traer anécdotas, sensaciones y emociones y por supuesto imágenes de la vida y del mundo.
    Mañana estaré de "tamborrada". Os lo cuento.

    ResponderEliminar
  3. jejeje,
    mas te vale, je
    muxu

    ResponderEliminar