17 de febrero de 2020

LA ENCINA NAVARRA DE TRES PATAS Quizás árbol europeo del 2020



Dicen que la “Encina de las tres patas” tiene más de 1.200 años. Vieja es, por supuesto, pero además es hermosa y curiosa, disimula difícilmente su edad junto a otras hermanas jóvenes mientras se sostiene sobre un tronco ahuecado por el tiempo y que solo tiene madera parcialmente en su periferia. Así se forman las tres patas en que se apoya esta encina milenaria.
Famosa también se está haciendo por esa figura y por su longevidad pero quizás multiplique esta fama si conseguimos que sea nombrada árbol europeo el año próximo. Y lleva buen camino. 
Nuestra encina protagonista se encuentra en término del ayuntamiento de Mendaza, en una bella colina de la Berrueza, la Berrotza, de Navarra. Está en un lugar que conocen como “La Laguna” por haber allí al lado una pequeña balsa a la que los vecinos llevaban antaño a abrevar su ganado; y aquellas reses sesteaban a menudo bajo las copas de nuestra portentosa encina. El portento mide tanto como 15,50 metros y su tronco tiene un perímetro de 7,70 metros. Está enfajada con un cinturón metálico gracias al socorro que unos vecinos le prestaron hace casi una veintena de años para que no se viniera abajo. Unos años antes el Departamento de Medio Ambiente navarro había sujetado sus brazos para remendar una gran grieta que amenazaba con partir en dos el tronco.    

Hasta el 28 de febrero 
Salvada y saludable la encina de las tres patas puede, si le ayudamos, ser protagonista de ese título de nobleza que le podrá otorgar ser “árbol europeo del año 2020”. 
Por ahora ya es la candidata entre los árboles que competían en la geografía de la piel de toro. En la puntuación votada para este puesto en noviembre del año pasado el resultado fue así de rotundo:
1º - ENCINO DE LAS TRES PATAS DE MENDAZA. Navarra. 863 votos
2º - ENCINA LA SERONA. Badajoz. 606 votos
3º - ENCINA MILENARIA DE LAS CABEZITAS. Córdoba. 388 votos
Las votaciones se realizan a través de la web www.treeoftheyear.org/spain

Y, mientras esto se decide lo que si habrá que hacer es rendirle visita siguiendo  un interesante itinerario que recorre la serrezuela de Dos Hermanas, en la comarca de la Berrueza navarra.
Daremos nuestros primeros pasos en Piedramillera, en la espalda de la iglesia, y allí, sobre una era, seguimos una pista diagonal que trepa hacia un portillo en la sierra. Es la calzada romana la que nos lleva, pasando sobre una balsa hasta el portillo. La ladera está contenida en un recio muro cuyas grandes piedras laterales nos indican la factura romana del itinerario. El portillo está tallado en el peñasco y al otro lado la calzada gira ciento ochenta grados para descender la ladera opuesta bajo los roquedos de la sierra de Dos Hermanas.
Una larga pista prolonga en el encinar el camino romano que desaparece enseguida. Entre la vegetación y protegidos por la sombra de un bosque notablemente aromático pasamos sobre campos de labor y un depósito de aguas. La pista prosigue y a un centenar de metros del depósito hay que girar a la izquierda caminando un largo rato hasta alcanzar casi el otro extremo de la sierra. Tras una subida, allí donde la pista comienza a llanear, giraremos en la pista que continúa por la izquierda. Más allá, el campo de fútbol, solitario entre el bosque, nos advierte de la proximidad de la encina de las Tres Patas. En su explanada nos saluda y guarda para sí los recuerdos que nos han contado los mayores de Mendaza. Nos dicen que aquí las guerras carlistas también tuvieron su escenario para la que se llamó batalla de Mendaza, lidiada por el mismo Zumalakarregi que debió salir huyendo camino del Ega acosado por el ejército Cristino que fue más astuto que él. Cuentan que Zumalakarregi había ocultado precisamente parte de sus tropas en este bosque de la sierra de Dos Hermanas.
Una encrucijada nos propone varios caminos ante el vetusto árbol: al frente ascendemos fácilmente a la ermita de Santa Coloma, al frente y al Sur el portillo de Mendaza permite alcanzar esta localidad.
Podremos visitar primero la ermita de Santa Coloma situada sobre Mendaza y si debemos regresar a Piedramillera lo mejor es remontar el desnivel entre el portillo y el altozano que reconoceremos con un repetidor para proseguir desde allí la pista que lleva directamente a Piedramillera.
Que sea homenajeada como árbol europeo depende también de nosotros. Larga vida a la Encina de las Tres Patas.







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