30 de octubre de 2016

Otoño aéreo



Es otoño, uno más y peculiar. Es hermoso porque el bosque vuelve a encender su paleta de colores, es peculiar porque he estado hasta ayer encerrado en un sinfín de tareas: de escritor, de fotógrafo, de piloto y de cámara aéreo y esta la razón de mi ausencia en esta ventana pública.  
Sí, ahora son más multidisplinar que nunca. Porque ya trabajo desde el aire, habilitado como piloto y operador de drones y esa mirada me acompaña constantemente, con permiso del viento, los agentes atmosféricos y de las limitaciones legales a esta práctica profesional.
Por eso cada uno de los trabajos editoriales en los que he estado inmerso en los últimos meses incorporan en el repertorio fotográfico imágenes aéreas tomadas con una cámara que vuela, algo que parece interesa a los diseñadores. También varias producciones de televisión y vídeo han montado no pocos planos guiados a distancia por mis pulgares.

Parece inevitable por tanto que este otoño la mirada de siempre se multiplique. Como muestra van aquí tres botones que tendrán continuidad mientras el libro PARAJES INOLVIDABLES  comienza ya su recorrido.




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