Me sucede casi todos los años cuando la primavera emociona a la naturaleza y despierta el campo. La jornada “de sol a sol” se alarga y el trabajo del fotógrafo campestre parece ir contra el calendario; cuando los estudiantes llegan al fin de curso a otros nos vienen las fechas de las luces, del verde intenso, los cauces crecidos, las cascadas, el rocío y las nieblas. Allí están también las trashumancias y los ganados recuperando sus pastos de altura, las gentes dibujando rectas con plantas jóvenes; todo crece, incluso la noche. Las nieves y las lluvias, los cielos espesos y las noches largas nos dejaron tiempo relajado pero se acabó hace ya un rato. Ahora, cuando ya ha entrado de verdad el calor seguimos corriendo con el calendario para atrapar emociones de colores o simplemente bitonales. Es el sino del fotógrafo campestre: vivir a contracorriente.
10 de julio de 2013
Fotógrafo a contracorriente
Me sucede casi todos los años cuando la primavera emociona a la naturaleza y despierta el campo. La jornada “de sol a sol” se alarga y el trabajo del fotógrafo campestre parece ir contra el calendario; cuando los estudiantes llegan al fin de curso a otros nos vienen las fechas de las luces, del verde intenso, los cauces crecidos, las cascadas, el rocío y las nieblas. Allí están también las trashumancias y los ganados recuperando sus pastos de altura, las gentes dibujando rectas con plantas jóvenes; todo crece, incluso la noche. Las nieves y las lluvias, los cielos espesos y las noches largas nos dejaron tiempo relajado pero se acabó hace ya un rato. Ahora, cuando ya ha entrado de verdad el calor seguimos corriendo con el calendario para atrapar emociones de colores o simplemente bitonales. Es el sino del fotógrafo campestre: vivir a contracorriente.
5 de julio de 2013
Coelacanthus, un bicho raro
¿Qué tiene que ver un Coelacanthus con la fotografía? Esa
pregunta me hice yo cuando descubrí el universo creado por el dibujante Rober
Garay en torno a este bicho y la respuesta fue que por lo menos tenía mucho que
ver con la filosofía que anida en este blog: la de ser imaginador
constantemente.
De eso a Garay le sobra, tanto que cuando uno se planta ante
sus creaciones se queda liado en un enredo tras los interrogantes constantes de
qué es verdad y qué es fantasía en esos recortes de prensa, en las fotografías
históricas que presenta, en los relatos con fecha y protagonistas que lleva al
papel. Eso es lo mejor sin duda: la propuesta continua a entretenerse en la divagación
recreándose en el camino de una historia increíblemente fabulosa llena de
ramificaciones. Es bueno pasar un rato mirando y pensando los dibujos y las imágenes
complejas que Garay ha creado para este Coelacanthus Biscayensis que ahora
están en el Centro de la
Biodiversidad de la Torre
Busturia, en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, en Bizkaia.
![]() |
Exposición de Torre Busturia |
![]() |
La capilla |
El Coelacanthus es un bicho marino y yo siempre he sido más de tierra adentro, temeroso de las aguas profundas pero amante de las sombras de los bosques y las alturas. Y, claro, por esas tierras oscuras no hay Coelacanthus –yo nunca los he visto por lo menos- pero otros bichos imaginados si. Tengo una verdadera colección y a veces temo que despierten de su sueño entre píxeles y cobren vida desdibujando mis propios paisajes cotidianos. Acaso la mejor solución fuera darles vida propia como ha hecho Garay con su bichejo. Quizás algún día.
![]() |
Fantasía de montaña 1 |
![]() |
Fantasía de montaña2 |
![]() |
Fantasía de barro 1 |
![]() |
Fantasía de montaña 3 |
![]() |
Fantasía de montaña 4 |
Suscribirse a:
Entradas (Atom)