Bilbao tiene un frontón muy "de Bilbao": el BIZKAIA. Grande, el de mayor aforo de todos los vascos -caben hasta tres mil espectadores-, nuevo, negro por fuera, negro también en las paredes de la cancha, altísimo en la cubierta, luminoso -aunque los fotógrafos dirán que el navarro de Pamplona está mejor iluminado para su trabajo-. Acogió el sábado el primer partido de competición de su historia. Era un día histórico y por eso congregó a una inusual población de autoridades y de invitados que llenaron todas sus localidades. Los fotógrafos de prensa fueron numerosos pero para ellos nada nuevo se ha inventado ni diseñado; como de costumbre colocaron sus posaderas en el frío suelo, apostando cámaras y cabezas ante los tiros de los pelotaris. El frontón despertó curiosidad, más que los pelotaris acaso, aunque los fotógrafos miraron más a estos y a las personas singulares que a la arquitectura y buscaron la imagen para la prensa de las dos figuras del panorama "pelotazale" Irujo y Olaizola II, los dos delanteros del "parejas". El primero se llevó de calle al segundo y de nuevo se vieron bastantes billetes de 500 euros entre los corredores, pese a la crisis.
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Pelotari introspectivo |
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Irujo contra Olaizola II |
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Irujo y Titín entre bastidores |
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Mribilla, el frontón moderno |
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Frontón con palcos |
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Públicos diversos |
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Azkuna, alcalde de Bilbao
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