21 de mayo de 2010

Memoria de superviviente

Era un día feliz, de buen tiempo, aquel 21 de mayo. A todos nos gustaba nuestro trabajo. A Roberto pilotar como pluma que viaja en el viento, a Rubén componer planos perfectos con su visión fotográfica incluso antes de que nadie se los hubiese pedido, a Iñaki soñar con los grandes escenarios fílmicos y trasladarlos a su mirada sobre el paisaje de Euskal Herria; a mí mirar, enfocar y descubrir desde arriba el país en una perspectiva inusual.
Planeamos desde Iurreta sobre las crestas del Oiz y rondamos sus antenas, corrimos con los caballos por Maguna para mirar Zenarruza. La casualidad de un mosquito estampado obligó a tomar tierra para limpiar la wescam. Los frailes vinieron a saludarnos. El helicóptero despegó allí por última vez. Cayendo sobre Hiruzubieta remontamos el valle para ver el escenario de las canteras de mármol. Me atreví a sugerir un enlace visual de las canteras con la ermita de Santa Eufemia, instalada en la cima caliza.
Dos vueltas para estudier el plano y adentro; Iñaki lo quería próximo... pasamos sobre el caserío, con sus caballos sobre la pradera, nos aproximamos a los gigantes bloques de mármol, veiamos desde arriba el trabajo de perforación.
Nunca entendimos las señales de los operarios, tampoco vimos ninguno el cable pero nos atrapó.
Aquel día todos los relojes se pararon menos uno. Los relojes de tres compañeros y el de un helicóptero se detuvieron pero el mio siguió marcando las horas. Aquel 21 de mayo volví a nacer. Y hoy celebro mi segundo cumpleaños, nueve años después.
Con la satisfacción de seguir siendo feliz cuando miro a cualquier lado, con la satisfacción de que Iñaki, Rubén y Roberto eran felices en aquel instante definitivo.

6 comentarios:

  1. Felicidades tio!!!!
    1 fuerte abrazo!!

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  2. Un abrazo, Santi, y a seguir volando y mirando.

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  3. Querido Santi,

    que tu sigas vivo es mi unico y gran consuelo en el recuerdo de la tragedia. Tus imagenes me han hecho volver a llorar reviviendo aquel dia. Diez minutos antes de la primera fotografia, Iñaki me decia entusiamado que la luz de aquella tarde era magnifica para grabar. Diez minutos despues de la segunda, todo se habia apagado para ellos.
    Sigue viviendo cien años mas, por ti, por los que se fueron y por todos los que te queremos.
    Un fuerte abrazo, hermano.

    Alberto

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  4. Gracias a todos.
    También a todos los que desde aquel día difícil han estado a mi lado permitiéndome seguir en la brecha.

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  5. He sido operador de Wescam y es una desgracia que pilotos u operadores hayan fallecido en el aire,tu descripcion muy bella y las fotos de tu blog con mucha vida y luz perfecta.

    Saludos desde Valencia!
    Sergio
    srl@ono.com

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  6. Gracias Sergio. ¿Has sido operador y ya no?. Reconozco que es un oficio difícil.
    Yo, a pesar del percance, estoy feliz allí arriba; ver el mundo desde arriba me sigue pareciendo un privilegio.

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