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FOTÓGRAFO Y AUTOR DE
‘PARAJES INOLVIDABLES’
Santiago Yaniz: “Para mí la
fotografía es un territorio de experiencias”
‘Parajes inolvidables’ es el último trabajo del fotógrafo
bilbaino, aunque el primero en el que decide embarcarse en la aventura del
‘crowdfunding’ o micromecenazgo
Lunes, 25 de Julio de 2016
Los fotógrafos profesionales, así como el resto de artistas,
buscan hoy en día nuevas formas y alternativas para ver sus trabajos
publicados. Santi Yaniz, reputado fotógrafo vasco, se ha lanzado también a la
aventura del crowdfunding. Esta alternativa, que consiste en que los
ciudadanos financian con pequeñas cantidades proyectos de toda índole, ha sido
la elegida para su último libro Parajes inolvidables, una guía de los
mejores rincones vascos para fotografiar.
¿Cómo surgió la idea de este
nuevo libro?
-Es una idea que tengo desde hace varios años. Me he puesto con
ello porque cuando viajo a hacer fotografías conozco a muchos apasionados, pero
que están muy perdidos. Me he encontrado gente en el Flysch de Zumaia en agosto
buscando el tapiz verde de los musgos. En esos momentos siempre pensaba: “si me
hubieses llamado, te habría dicho que no vinieras ahora, que vinieses en
abril”. Y además son personas que vienen expresamente a hacer la ruta de los
sitios fotográficos desde Madrid o Catalunya. Pensé que quién más indicado que
yo para hablar de esos lugares, que los he fotografiado todos y que puedo
contar los momentos interesantes.
El objetivo sería, por lo
tanto, plasmar qué sitios fotografiar y cómo hacerlo.
-Eso es. Sería hacer una guía de cómo llegar a los sitios, cómo
fotografiarlos , en qué momento del año, con qué luces y qué puntos de vista...
Y en general, ¿qué es la
fotografía?
-Para mí es un territorio de experiencias. Yo hago fotografía
porque me gusta mirar detenidamente a las cosas. Recuerdo prácticamente todas
las fotografías que he hecho en mi vida porque son pequeñas experiencias. La
fotografía me permite vivir experiencias, acercarme a cosas que de otro modo
pasarían desapercibidas y conocer territorios y a gente que de otra manera no
vería.
¿Cómo el es el proceso a la
hora de realizar una foto?
-Depende mucho de las circunstancias. Mi intuición está pensando
siempre en fotografía y puede pasar que voy a otro tema, pero veo una imagen,
me paro y la hago. En otras ocasiones, en cambio, he tenido que ir cuatro veces
a un sitio para conseguir la foto que había pensado. Los procesos son muy
distintos.
Se suele percibir la
fotografía como algo instantáneo, que es solamente llegar y sacar la foto.
-Sí, pero la fotografía de gran paisaje es una fotografía muy
trabajada, con una luz muy pensada y que requiere mucha perseverancia. Y luego,
cuando tienes todo muy bien organizado y muy pensado, esperas que la luz
funcione. Además, la parte fundamental del trabajo es previa. Siempre hay un
postprocesado, que en mi caso procuro que sea lo menos posible, pero el trabajo
real es el de llegar a localización, pensar qué imagen quieres sacar y
trabajarlo en cámara.
¿Cuál es la situación de la
fotografía hoy en día?
-Para los que vivimos de la fotografía profesional está difícil,
porque antes había un número determinado de fotógrafos y ahora todo el mundo es
fotógrafo. Vivimos en un bombardeo de imágenes, fantásticas a veces, pero
banales en otras muchas ocasiones. El paisajismo está lleno de imágenes, de las
que un 85% son banales. Discernir entre eso es mucho más complicado, por lo que
el nivel de la cultura de imagen está bajando. Hay muchas más imágenes
interesantes, pero también muchísima más imagen banal.
¿Qué recomienda para quien
quiera adentrarse en el mundo de la fotografía?
-Que piense y que mire con detenimiento. Además de ver mucha
pintura y mucho arte, en definitiva, mucha imagen organizada y bien trabajada.
Eso te crea un subconsciente de imagen interesante. Yo también practico mucho
el fotografiar sin disparar, es decir, llegar a un sitio y ver las cosas que
pasan y las imágenes que puede haber. Antes de disparar una fotografía siempre
tiene que estar en la cabeza.
¿Y qué sitios aconsejaría
para los que empiezan?
-Los sitios a los que llegas con coche y simplemente hay que
esperar a que surja la foto. Recomiendo estos porque solo hay que preocuparse
de la fotografía, sin mayores complicaciones. Uno podría ser la Laguna de Lor
en el sur de Nafarroa, porque hay una pista alrededor de la laguna, unos
amaneceres fantásticos, el Moncayo al final, y todas las perspectivas posibles.
¿Cuál es la fotografía que
recuerda con más cariño?
-Probablemente sería algo relacionado con la montaña, con una
situación meteorológica complicada, con un esfuerzo físico importante o con una
situación inesperada. Por ejemplo, la cuarta vez que subí a La Mesa de los Tres
Reyes para conseguir la imagen que quería. La primera vez no encontré el camino
que quería, la segunda no había la luz que me interesaba y en la tercera me
pilló una tormenta que tuve que salir corriendo. A la cuarta por fin lo
conseguí.
Este proyecto ha decidido
financiarlo con ‘crowdfunding’.
-Lo he hecho como experiencia. Podría haberlo hecho por mi cuenta,
como hice el anterior libro, que decidí financiarlo yendo a ferias y a
librerías. Este he decidido hacerlo por crowdfunding porque no quiero
que se ciña a Euskal Herria, sino que quiero que vaya más lejos, y el crowdfunding me
permite llegar a una audiencia más global. El problema que tengo en este tipo
de iniciativas es que no soy muy activo en redes sociales y en estas
plataformas, si te has vendido mucho, aunque sea de manera falsa, tienes
audiencia. Yo no me he creado tanta audiencia.
¿Es fundamental para un
fotógrafo ‘venderse’?
-Es importante para darse a conocer, pero también hay mucha
falsedad, porque puedes venderte muy bien sin tener una base. A mí me llaman
muy a menudo para hacer de “fotógrafo bombero” que llamo yo, es decir, para
solucionar reportajes que otra gente no ha resuelto. Aunque sin duda es
importante, es la ley del mercado; el que no está ahí, está fuera.
¿Y está cubriendo el
‘crowdfunding’ la falta de ayudas públicas?
-No es cuestión de apoyo público. Yo en el libro anterior tuve
cero ayudas: pedí una subvención y no me la dieron por la falta ayudas para el
sector. Por otra parte, la guerra con los editores es terrible, porque cuando
tienen un proyecto en el que no están muy seguros de que vayan a ganar dinero,
no lo hacen. Hay proyectos que no salen adelante por la falta de ayudas y otros
por la negativa de los editores, así que el crowdfunding es una nueva
puerta que se nos ha abierto. Pese a que yo nunca he tenido ayudas públicas y
me he defendido como profesional, sí que estaría mejor tener más apoyo. No
obstante, también es verdad que todo lo relacionado con la cultura está en
decadencia porque no hay dinero.
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