26 de julio de 2016

TERRITORIO DE EXPERIENCIAS

Una de las portadas en el diseño pevio
FOTÓGRAFO Y AUTOR DE ‘PARAJES INOLVIDABLES’
Santiago Yaniz: “Para mí la fotografía es un territorio de experiencias”

‘Parajes inolvidables’ es el último trabajo del fotógrafo bilbaino, aunque el primero en el que decide embarcarse en la aventura del ‘crowdfunding’ o micromecenazgo

Lunes, 25 de Julio de 2016

Los fotógrafos profesionales, así como el resto de artistas, buscan hoy en día nuevas formas y alternativas para ver sus trabajos publicados. Santi Yaniz, reputado fotógrafo vasco, se ha lanzado también a la aventura del crowdfunding. Esta alternativa, que consiste en que los ciudadanos financian con pequeñas cantidades proyectos de toda índole, ha sido la elegida para su último libro Parajes inolvidables, una guía de los mejores rincones vascos para fotografiar.

¿Cómo surgió la idea de este nuevo libro?
-Es una idea que tengo desde hace varios años. Me he puesto con ello porque cuando viajo a hacer fotografías conozco a muchos apasionados, pero que están muy perdidos. Me he encontrado gente en el Flysch de Zumaia en agosto buscando el tapiz verde de los musgos. En esos momentos siempre pensaba: “si me hubieses llamado, te habría dicho que no vinieras ahora, que vinieses en abril”. Y además son personas que vienen expresamente a hacer la ruta de los sitios fotográficos desde Madrid o Catalunya. Pensé que quién más indicado que yo para hablar de esos lugares, que los he fotografiado todos y que puedo contar los momentos interesantes.

El objetivo sería, por lo tanto, plasmar qué sitios fotografiar y cómo hacerlo.
-Eso es. Sería hacer una guía de cómo llegar a los sitios, cómo fotografiarlos , en qué momento del año, con qué luces y qué puntos de vista...

Y en general, ¿qué es la fotografía?
-Para mí es un territorio de experiencias. Yo hago fotografía porque me gusta mirar detenidamente a las cosas. Recuerdo prácticamente todas las fotografías que he hecho en mi vida porque son pequeñas experiencias. La fotografía me permite vivir experiencias, acercarme a cosas que de otro modo pasarían desapercibidas y conocer territorios y a gente que de otra manera no vería.

¿Cómo el es el proceso a la hora de realizar una foto?
-Depende mucho de las circunstancias. Mi intuición está pensando siempre en fotografía y puede pasar que voy a otro tema, pero veo una imagen, me paro y la hago. En otras ocasiones, en cambio, he tenido que ir cuatro veces a un sitio para conseguir la foto que había pensado. Los procesos son muy distintos.

Se suele percibir la fotografía como algo instantáneo, que es solamente llegar y sacar la foto.
-Sí, pero la fotografía de gran paisaje es una fotografía muy trabajada, con una luz muy pensada y que requiere mucha perseverancia. Y luego, cuando tienes todo muy bien organizado y muy pensado, esperas que la luz funcione. Además, la parte fundamental del trabajo es previa. Siempre hay un postprocesado, que en mi caso procuro que sea lo menos posible, pero el trabajo real es el de llegar a localización, pensar qué imagen quieres sacar y trabajarlo en cámara.

¿Cuál es la situación de la fotografía hoy en día?
-Para los que vivimos de la fotografía profesional está difícil, porque antes había un número determinado de fotógrafos y ahora todo el mundo es fotógrafo. Vivimos en un bombardeo de imágenes, fantásticas a veces, pero banales en otras muchas ocasiones. El paisajismo está lleno de imágenes, de las que un 85% son banales. Discernir entre eso es mucho más complicado, por lo que el nivel de la cultura de imagen está bajando. Hay muchas más imágenes interesantes, pero también muchísima más imagen banal.

¿Qué recomienda para quien quiera adentrarse en el mundo de la fotografía?
-Que piense y que mire con detenimiento. Además de ver mucha pintura y mucho arte, en definitiva, mucha imagen organizada y bien trabajada. Eso te crea un subconsciente de imagen interesante. Yo también practico mucho el fotografiar sin disparar, es decir, llegar a un sitio y ver las cosas que pasan y las imágenes que puede haber. Antes de disparar una fotografía siempre tiene que estar en la cabeza.

¿Y qué sitios aconsejaría para los que empiezan?
-Los sitios a los que llegas con coche y simplemente hay que esperar a que surja la foto. Recomiendo estos porque solo hay que preocuparse de la fotografía, sin mayores complicaciones. Uno podría ser la Laguna de Lor en el sur de Nafarroa, porque hay una pista alrededor de la laguna, unos amaneceres fantásticos, el Moncayo al final, y todas las perspectivas posibles.

¿Cuál es la fotografía que recuerda con más cariño?
-Probablemente sería algo relacionado con la montaña, con una situación meteorológica complicada, con un esfuerzo físico importante o con una situación inesperada. Por ejemplo, la cuarta vez que subí a La Mesa de los Tres Reyes para conseguir la imagen que quería. La primera vez no encontré el camino que quería, la segunda no había la luz que me interesaba y en la tercera me pilló una tormenta que tuve que salir corriendo. A la cuarta por fin lo conseguí.

Este proyecto ha decidido financiarlo con ‘crowdfunding’.
-Lo he hecho como experiencia. Podría haberlo hecho por mi cuenta, como hice el anterior libro, que decidí financiarlo yendo a ferias y a librerías. Este he decidido hacerlo por crowdfunding porque no quiero que se ciña a Euskal Herria, sino que quiero que vaya más lejos, y el crowdfunding me permite llegar a una audiencia más global. El problema que tengo en este tipo de iniciativas es que no soy muy activo en redes sociales y en estas plataformas, si te has vendido mucho, aunque sea de manera falsa, tienes audiencia. Yo no me he creado tanta audiencia.

¿Es fundamental para un fotógrafo ‘venderse’?
-Es importante para darse a conocer, pero también hay mucha falsedad, porque puedes venderte muy bien sin tener una base. A mí me llaman muy a menudo para hacer de “fotógrafo bombero” que llamo yo, es decir, para solucionar reportajes que otra gente no ha resuelto. Aunque sin duda es importante, es la ley del mercado; el que no está ahí, está fuera.

¿Y está cubriendo el ‘crowdfunding’ la falta de ayudas públicas?

-No es cuestión de apoyo público. Yo en el libro anterior tuve cero ayudas: pedí una subvención y no me la dieron por la falta ayudas para el sector. Por otra parte, la guerra con los editores es terrible, porque cuando tienen un proyecto en el que no están muy seguros de que vayan a ganar dinero, no lo hacen. Hay proyectos que no salen adelante por la falta de ayudas y otros por la negativa de los editores, así que el crowdfunding es una nueva puerta que se nos ha abierto. Pese a que yo nunca he tenido ayudas públicas y me he defendido como profesional, sí que estaría mejor tener más apoyo. No obstante, también es verdad que todo lo relacionado con la cultura está en decadencia porque no hay dinero.

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