23 de julio de 2010

Elogio del trabajo

El hombre dibuja sus huellas en el paisaje casi sin percatarse o cuando menos sin tomar conciencia de su labor. El simple instinto de supervivencia de la raza humana traslada la acción de las personas a la naturaleza que se transforma, deforma, deteriora o enriquece. La evolución del hombre pastor al recolector y agricultor fue probablemente la transformación más primitiva y efectiva del paisaje. También probablemente la más racional y hermosa.


Larrañe.Zuberoa
                                                  

Todavía hoy los agricultores nos regalan a los fotógrafos su trabajo. Sin darse cuenta crean para nosotros dibujos tan atractivos como efímeros. Casi como las olas en la arena el agricultor y el clima diseñan paisajes momentáneos. Por eso hay que elogiar su trabajo y porque es el mejor aliado de la naturaleza que debe durar.

Karrantza. Bizkaia

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