28 de agosto de 2014

Encerrados en GETXOPHOTO


Getxophoto en marcha. Comenzamos felizmente encerrados.



27 de agosto de 2014

Fotografiar el vacío

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Cada vez que me reencuentro con un colega surge una pregunta recurrente: ¿en qué andas? ¿Qué estás haciendo?
Me lo suelen preguntar porque soy un poco irregular, me gusta picar en muchos campos y como buen free-lance soy aventurero y abierto a toda clase de experiencias fotográficas.
La de ahora tampoco es tan rara. Pero cuando surgió hace cuatro días la pregunta quien escuchó mi respuesta escribió en su rostro un gesto ceñido, estupefacto y consiguientemente interrogador. Estoy buscando agujeros, fotografío el vacío le dije. Le expliqué enseguida, para su tranquilidad, que no es exactamente el vacío lo que fotografío sino el hueco dejado algún día por rocas de toda índole en el paisaje. Pero resulta divertido tener que explicar la búsqueda, aunque es más divertida la búsqueda misma, sobre todo cuando obliga a marchar por tierra, mar y aire con la mirada atenta. Aunque a veces uno corra el riesgo de perecer en el intento si no contara con ayudas fundamentales. Gracias Rober y César.



21 de agosto de 2014

Un caballo mirándome



Caminaba solo, entre las nieblas que amenazaban un chaparrón inminente. Nadie en las montañas porque los seteros ya habían marchado de vuelta con su trofeos escondidos. Nadie a esa hora de los madrugadores en busca de silencio y luz.

Iba mirando esas siluetas imponentes que se van recortando como fantasmas apareciendo y despareciendo. De pronto aquellas siluetas tomaron vida. Se me quedó mirando creando una fantasía que me hizo dudar de si era cierta tanta belleza. Duró solo un instante. Pensé que él estaba tan sorprendido como yo y marchó enseguida como si no quisiera perturbar mi camino. Se equivocó porque me hubiese gustado quedarme mirando un buen rato. Pero casi fue mejor. Luego vinieron los montañeros del domingo, comenzó el ruido, llovió, salió el sol. No estuvo mal pero lo mejor fue aquel caballo mirándome. Sucedió en Aiako Harria. Me gustan los caballos.

13 de agosto de 2014

Me siento culpable


¿Culpable? ¿Responsable?
De haber colaborado en el incremento del turismo francés en Vitoria-Gasteiz este verano.
De haber sembrado interés por lo que pasa en este pequeño país.
Lo  han dicho al analizar las cifras de visitantes extranjeros a las fiestas de la capital alavesa en 2014:  ha crecido el número de viajeros, especialmente de franceses.
Sí, les dicen franceses también a los vascos del norte y ahí, quizás, mi responsabilidad. Porque más de diez mil ejemplares de la revista Ibilka se han mirado en el sur del territorio francés y ahí estaba mi firma, mi mirada sobre las fiestas de la Blanca en un pequeño reportaje firmado por Txomin Laxalt. Otro reportaje con las mismas firmas en esa revista viajaba por las bellezas y caminos de Jaizkibel. Probablemente por allí también crecerá el número de “franceses”.
Que nos lean, que nos miren, que nos sigan, certifica que nuestro trabajo es importante porque tiene capacidad de influir en la sociedad y en el entorno; significa que debemos hacerlo bien, con honradez y sinceridad.
No esperaremos un premio ni una propina por la economía derivada que se haya generado. Nos bastará con que siempre nuestro trabajo esté lo bastante bien pagado para poder hacerlo de este modo.



4 de agosto de 2014

Ibaizabal o Nervión





¿Cuál es el afluente?

Me asalta esta pregunta mientras trabajo en un proyecto sobre las fuentes principales de los ríos de Euskal Herria. 
¿Es el Ibaizabal o el Nervión el río principal de esta cuenca que tiene la ría de Bilbao al Abra como desembocadura en el golfo de Bizkaia?
Tantos ríos de tinta corridos como las propias aguas que vierten al mar no terminan de poner en orden las ideas. Todavía en la literatura geográfica más actual se mantiene esta controversia y lo mismo hay quien considera que el Nervión es un afluente del Ibaizabal que quien considera que este es el principal y el Nervión su afluente, o quien, salvando los papeles, habla de Nervion-Ibaizabal o Ibaizabal-Nervión, según sea la pluma.
Probablemente esta confusión es remota porque si leemos cualquiera de nuestros referentes en descripción geográfica del territorio vizcaino como por ejemplo son Humboldt o Delmas descubrimos que esa imprecisión es muy vieja. Wilhelm von Humboldt (Don Guillermo) escribe en 1801 (Los Vascos) cómo el viajero verá desde Bilbao “las encantadoras márgenes del Ibaizabal” para anotar al pie que “lleva este nombre solo desde su unión con el Nervión”. Juan Eustaquio Delmas escribía en 1864 (Guía Histórico-Descriptiva del Señorío de Vizcaya) que de los seis ríos en importancia en el territorio “Es el primero el Ibaizabal o Nervión, que toma origen en las fuentes de Délica, en la Peña de Orduña…” A la lectura de estos texto la confusión está ya servida.
Podremos dirimir la cuestión basándonos en datos numéricos: caudales, longitudes, superficies…
¿Alguien puede confirmar el caudal máximo de la cuenca de cada uno de los dos ríos? ¿Alguien puede hacer lo mismo con la longitud de todo su sistema? ¿Alguien puede aportar el dato exacto de cuál es la superficie de sus cuencas? Dejo la tarea a los geógrafos y sus reglas de cálculo para que sigan, si les parece, discrepando.
Porque, si decidiéramos cuál es el río principal basándonos en el dato más usado en tiempos modernos como es la distancia de la fuente a la desembocadura, es decir la distancia que una gota de agua está obligada a recorrer desde el nacedero hasta el mar, ganaría el Ibaizabal por no menos de diez kilómetros.
Me basta esa razón, es para mí suficiente argumento teórico, aspectos emocionales que también cuentan y mucho aparte, para en adelante considerar al Ibaizabal como río principal.