30 de mayo de 2012

IZKI. Camino a las estrellas



Lo ha publicado la revista NORA, distribuida con el diario BERRIA. En portada y en interior el camino bajo las estrellas y la luna. Es un reportaje sobre algunos senderos de la sierra de Izki, recorrida de modo circular. Al fotógrafo le ha obligado a caminar y buscar rincones que desconocía aportándole de nuevo ese valor de conocer cada día un poco más lo que está cerca de casa, también a buscar nuevas maneras de enseñar lo que se ha visto muy a menudo, de explorar lo conocido. Permanecen los tópicos necesarios en cada públicación pero intentamos aportar siempre un punto de diferencia. Esa es la apuesta de cada día.
Mientras esto se ha publicado trabajamos en otras cosas, en proyectos que viajan por Euskal Herria y que iremos desvelando a medida que los compromisos nos lo permitan.




18 de mayo de 2012

Día internacional de Internet. Fuimos pioneros


Corría ya el año 1997. Los franceses habían ya mandado las primeras fotos desde el Himalaya vía satélite. En la Panínsula solo se había hecho con algunos textos. Nadie sabía aquí cómo hacerlo, cómo conseguir poner una fotografía captada con una de las primeras cámaras digitales que en su máxima calidad pesaba 250 Kb en la redacción de un periódico. Debimos experimentar, descubrir qué era Internet, qué era un servidor FTP, qué era un teléfono satélite.
Nos "prestaron" dos cámaras Canon Powershot que equipaban tarjetas de 16 megas, un ordenador IBM que dejó de funcionar en una semana, el primer teléfono vía satélite que llegó a la Península y de la "red" y del servicio se ocupó una empresa pionera que es SARENET que se ocupó además de crear una web donde podía seguirse cada paso de la expedición al Everest. 
El primer envío por el satélite precisó 12 minutos de trasnmisión para conseguir mandar una fotografía pero aquella ocupó la portada del periódico DEIA.
Lo que hoy es cotidiano fue entonces un reto. También entonces fuimos pioneros. 
Acompaño la primera crónica que viajó´por el satélite, con los comentarios previos que la acompañaron. Hoy ya es historia, parte de la historia de Internet.

Experimentando con el satélite
 PRIMER ENVÍO VIA SATÉLITE

30 agosto 1997. Kathmandu.  3ª crónica

Buenas tardes gente. Ya hemos realizado la primera etapa de la marcha de aproximación, sólo 2,30 horitas,y los primeros síntomas del efecto de la altitud ya se dejan notar aunque no estamos más que a 2.700 metros.
Esta es mi primera transmisión por el satélite y espero que llegue en condiciones. Intentaré enviar la próxima en dos días si el dolor de cabeza me lo permite.


Saludos de Santi.



Niña nepelí en Kathmandu

PRIMEROS PASOS HACIA EL EVEREST

La primera de las ocho etapas de la marcha de aproximación fue realizada ayer entre Lukla y Padhing


Santiago Yaniz Aramendia

La Expedición Bizkaia Medio Ambiente Everest 97 dio por fin ayer los primeros pasos hacia la montaña. Mejorada la salud de todo el equipo y terminados todos los trámites burocráticos en el Ministerio de Turismo ha llegado el momento de pensar únicamente en trabajar para llegar a la montaña.
Un gran madrugón nos sacó ayer de Kahtmandu para tomar a las siete de la mañana un helicóptero de transporte hasta la aldea de Lukla, punto de arranque de la marcha de aproximación.
La máquina rusa de Asian Airlines rugió con fuerza para mover los más de mil kilos y una docena de personas que viajábamos en el interior. Cuando cruzó las nubes para alcanzar una altitud de 3.500 kilómetros pudimos ver ya las primeras estribaciones de la cordillera del Himalaya, relucientes de nieve y entre las que destacaba el Hidden Peak. El vuelo se prolongó casi una hora y durante todo este tiempo el paisaje era una continua alfombra verde, arrugada en infinidad de pliegues sobre los que ni una sola carretera se dibujaba. Los campos de arroz de un verde intenso en esta estación de lluvias delataban la vida que también se manifestaba en un sin fin de pequeñas casas enlazadas entre sí por diminutos senderos.
El helicóptero se dejó caer desde las alturas en un profundo barranco. Allí estaba Lukla, la puerta más visitada en los caminos del Everest, casi famosa en el mundo entero por su pista de aterrizaje cuesta arriba.
El sábado es fiesta en Nepal y la aldea estaba escasa de porteadores, que en esta jornada ascienden hasta el mercado semanal de Namche Bazar.
Mientras los expedicionarios tomábamos un desayuno local, un «arroz con leche» muy sui generis regado con té en abundancia, nuestro shirdar Lhakpa Dorjee se ocupó de negociar con los jóvenes locales el porteo de nuestro equipo.
Entre tanto las nubes que cubrían el paisaje iniciaron su descarga, ya imparable en toda la jornada. Era casi mediodía y paraguas en mano los expedicionarios iniciábamos el camino junto a porteadores y yaks.
Podría ser un camino cualquiera en el Pirineo con la notable diferencia de que a una altitud de 2.500 metros la vegetación es lujuriosa, el verde brillante y el entorno excepcional. Algunos pinos producto de la reforestación, robles, también madroños y muchas flores crecen en esta época en las laderas del valle excavado por el Dudh Kosi. Pequeñas casitas de piedra salpican el camino y las laderas del valle, muchas de ellas convertidas en «lodges», albergues para montañeros en los que igual se puede tomar un refresco, o alojarse para pernoctar.

El domingo, la etapa más dura

La primera etapa de la marcha de aproximación del Everest es la más sencilla, la más corta también si se tiene en cuenta que termina a una altitud más baja que el punto de inicio. Se hace así a propósito para iniciar suavemente la aclimatación que será mejor si se asciende una media de 300 metros diarios.
En un profundo y encajado valle, un sendero camina a media ladera, sube y baja embarrado por las lluvias en un terreno en el que el único medio de transporte es el aéreo o el camino. Los montañeros subíamos ayer y lo hacían al mismo tiempo porteadores, vecinos de las aldeas y transportistas cargados con grandes canastos de vuelta del mercado de Namche. La mayoría calzando chancletas, muchos descalzos. Llevan así de sus pequeños huertos diminutas patatas, sus frutas, las vainas ahora en flor, la berza o las cebollas que se producen en abundancia en esta región del Khumbu. Los porteadores pueden cargar hasta más de cuarenta kilos, en enormes petates que soportan en una cinta apoyada sobre la cabeza. Desprenden un profundo olor a humo que recuerda al que se produce en las cabañas de nuestros pastores. Es lógico cuando es el fuego el calor de sus hogares, encendido en cocinas en el suelo o en un costado de la casa y sin chimenea.  Los tejados de madera o tejido de paja dejan escapar entre sus rendijas el humo después de que este ha impregnado de aroma toda la estancia.
A cada paso en el camino asoman a las puertas niños sherpas que saludan y piden un caramelo o un lapicero al viajero. La jornada de ayer fue un buen contacto con el pie del Himalaya. Aún queda lo más duro hasta alcanzar el glaciar de Khumbu. Soportar los primeros dolores de cabeza y aclimatar el cuerpo a la altitud.
Entre tanto será preciso alimentarse bien. Antes de escribir estas letras nuestros anfitriones en el  lodge Jo’s Garden pusieron en nuestra mesa mucho té y arroz frito con verdura y huevo para mezclar a voluntad con «noodles», unos fideos gruesos cocinados con verdura y tiras de pollo. Y en el postre unos grasientos «pancakes»con azucar. Nada parecido a un buenas buenas alubias pero bastante próximo a la cocina nepalí.
Para el domingo nos queda una de las más duras etapas, entre Padhing y Namche Bazar, con casi cinco horas de camino y un desnivel de ascensión de 700 metros hasta muy cerca de lo 4.000 metros.

Campo base del Everest
Oficina confortable (Foto Kepa Lizarraga)

11 de mayo de 2012

Turistopia, repensando la publicidad


Repensando publicidad en Turistopía
Recién llegado de un viaje de ocho días, de un viaje turístico realizado con los ojos y objetivos abiertos, también con el bloc de periodista lleno de notas, escucho en Bilbao propuestas de negocio turístico, del cómo y del futuro de los agentes mediadores, de su apuesta por las nuevas tecnologías, de las herramientas y del manejo en las redes sociales.
Ha sucedido en el encuentro que con el simbólico título de TURISTOPÍA y organizado por TURISKOPIO reunía en Bilbao, bajo las bóvedas neogóticas del Museo deReproducciones, a operadores, agentes, blogeros, periodistas y más oficios diversos relacionados con el comercio del ocio y el viaje.
Como ya es casi obligatorio en estos eventos se ha podido asistir de modo virtual en streaming y se han emitido cientos de tweets rebotando algunas de las reflexiones avanzadas por los ponentes. Algo se ha dicho del periodismo y también de la fotografía, aunque poco, dos oficios, dos actividades relacionados desde siempre de forma fundamental con el turismo. Lo han dicho los agentes llegados de Matarraña: “el periodismo y el turismo están cambiando gracias a las redes sociales”.
Sólo una reflexión advirtió, de soslayo, la capacidad necesaria de la fotografía: “en Twitter y en Facebook no se pueden transmitir emociones, eso se puede hacer con una fotografía”. Incluso hubo quien la contestó. 

Publicidad enredada

Apuntando al futuro

Visto lo visto y oído lo oído en el mundo del turismo “enredado” en las sociales a los fotógrafos nos queda poco trabajo, ahora que todo el mundo lo fotografía todo y lo graba casi todo, salvo que seamos capaces de atrapar y contar imágenes únicas que sean capaces de trasladar potentes emociones. La ilustración informativa se acaba como recurso económico.

9 de mayo de 2012

Athletic, fútbol y pistolas


Sí, ya sé que es un niño.
Sí, ya sé que esta jugando.
Sí, ya sé que le acompaña su abuela.
Sí, sí; ya sé que es una casualidad que el niño vaya con su abuela, que lleve puesta la camiseta del Athletic de Bilbao, que empuñe su pistola y que la apunte a no se sabe donde.
Pero, las casualidades, como las escopetas, las carga el diablo y hoy viene al pelo hacer una diablura fotográfica cuando el Athletic se juega en Bucarest toda la euforia de un pueblo.
Que disparen a la portería pero no lo hagan nunca a matar, ni los jugadores del Athletic, ni las pistolas.

3 de mayo de 2012

Fotógrafo en viaje de trabajo

SANTANDER


Es una frase hecha en el vocabulario de algunos: “viaje de trabajo”. Y esa expresión puede significar muchas cosas, a veces incluso demasiadas. Para el fotógrafo viajero esa expresión es sinónimo de felicidad, o al menos así lo es en mi caso. Porque el “viaje de trabajo” con sus dos palabras fundamentales expresa dos voluntades, dos deseos asociados necesariamente a la condición de fotógrafo: el de viajar y el de hacerlo fotografiando.
En eso ando durante esta semana: de viaje. Y de ese privilegio disfruto en primavera, acompañando el despertar de los bosques, a las nieblas y los ríos cargados de agua, mirando a las montañas aún nevadas y a los turistas fotografiando su mundo en fin de semana. Trabajar es duro casi siempre pero, en ocasiones, también un privilegio
      

LEON
BILBAO

OVIEDO