Es solo un recuerdo de verano. Recuerdo intenso por las tierras de una inútil frontera sólo marcada por solitarias cruces grabadas que acompaña un número.
El balcón impresionante de los puertos de Ordiceto y Rioumajou se asemeja a un desierto, rodeado milagrosamente por praderas y capitaneado por algunos penachos de roca, de colores, como si un volcán las hubiese esculpido en estertores violentos.
Cuentan que por el cercano "puerto de la madera" pasaban antaño cargas de troncos de un valle a otro. Desde el sitio parece imposible.
Pero el desierto si es posible y está aquí.
27 de noviembre de 2009
26 de noviembre de 2009
Saludo nocturno
Apenas comienzo esta aventura. Justo para saludar
en lo más oscuro de la noche.
Y aprovecho para lanzar una imagen elocuente del camino que es la vida.
en lo más oscuro de la noche.
Y aprovecho para lanzar una imagen elocuente del camino que es la vida.
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